Bistrot Arlequin, un rincón de Francia en México



La Ciudad de México en domingo, un infierno abandonado digno de set de "Soy leyenda". En una Metrópoli de más de 14 millones de personas, es casi imposible imaginarse que te puedes sentir solo. Esto es una realidad y una realidad que ocurre casi todos los domingos del año, las calles se sienten vacías porque es el día de descanso de casi todos los chilangos y  muchos lo usan para encerrarse en las plazas, otros para quedarse en casa y disfrutar un domingo en familia o solos y los más pocos, utilizamos este día para explorar los rincones mágicos que nunca dejan de brotar en esta ciudad.

Fue uno de estos domingos donde me encontré con uno de estos rincones en la Ciudad. En la calle de Río Nilo número 42, en la colonia Cuauhtémoc de la conocida CDMX, justo en la esquina está un lugar como muchos otros, un pequeño restaurante que podría pasar casi desapercibido; pero este restaurante guarda dentro un ambiente que te hará sentir que estás comiendo frente a la torre Eiffel, no solo por su maravillosa comida, (a la que llegaremos en unos momentos) sino también por sus vinos, el espacio, los manteles con personajes emblemáticos del país que te harán discutir unos minutos con tus acompañantes sobre quién es el que conoce al mayor número de estos personajes. Por último,  la atención de los meseros o  "garcon" como dice Pumpkin en Pulp Fiction, que solo te dejarán un sonrisa en el momento que dejas el restaurante.

Ahora sí, a lo bueno. Además de tener una carta de vinos que te hacen sentir que estás tomando una copa en un auténtico bistrot francés, la comida es una experiencia que te deja con ganas de regresar cada día de la semana. En una carta que engaña ya que parece pequeña, siempre tengo problema para elegir mi entrada. Recomiendo ampliamente la sopa de cebolla, o la tarta de cebolla, esto no quiere decir que tengo un problema con los platillos con cebolla, solo quiere decir que son extremadamente buenos. La tarta, viene acompañada de una pequeña porción de ensalada, misma que se va terminando casi a la par de la tarta, cuando llegas al último bocado , lo único que vendrá a tu mente, será un sentimiento de nostalgia debido a que se terminó esa gran primera parte de la comida; pero no teman, el segundo plato es igual de bueno que su antecesor. Para este plato fuerte, les aconsejo pedir un medallón de filete de res a las cuatro pimientas, una carne deliciosa, bañada en la salsa de cuatro pimientas, acompañado de papas a la francesa, te vas a volver loco. Como segunda opción, recomiendo un Atun Beurre Noisette, vino blanco, jitomate, limón, alcaparras y un puré de papa casero son los ingredientes que acompañan este platillo de mar que no tiene comparación.

Desgraciadamente no les puedo recomendar un postre, nunca he llegado al postre debido a mi maldito paladar adicto a lo salado, ya habrá oportunidad. Vayan a comer en este delicioso restaurante, a mi parecer, los mejores restaurantes son lo que ofrecen una gran comida, un gran lugar y sin pretensiones, Bistrot Arlequin logra todo esto y mucho más.


Sigan mi consejo, aprovechen sus domingos, pónganse sus botas, pañuelos, sombrero,shorts cómodos y salgan a explorar la selva de la ciudad, es muy grato encontrarte con uno de estos tesoros escondidos.

Comentarios

Entradas populares